Historia

El Colegio Benito Nazar nació de los impulsos cristianos de un grupo de ilustres damas, con el fin de contrarrestar la propaganda protestante en la ciudad de Buenos Aires. Este grupo de damas estaban agrupadas en una Institución benemérita que llevaba el nombre de "OBRA DE LA CONSERVACIÓN DE LA FE".

El Colegio “GRAL. BENITO NAZAR” llevaba el número 11 en la serie de escuelas creadas por la OBRA y fue fundado el 12 de agosto de 1913.

La Escuela fue levantada por la generosa donación del Señor Don Miguel Nazar con la cooperación de sus hermanas, las Srtas. Águeda y María Inés Nazar, para perpetuar la memoria del donante y de su ilustre padre y meritorio guerrero de la Independencia nacional, con cuyo nombre se bautizó el establecimiento.

El General de División, don Benito Nazar, nació en Buenos Aires el 12 de mayo de 1801. Cursó sus estudios en la Academia de Matemáticas de esta ciudad. Como soldado actuó en la campaña del Brasil y se halló presente en la batalla de Ituzaingó a las órdenes del Gral. Alvear, siendo ascendido en el mismo campo de batalla Teniente Coronel.

En 1845 fue dado de baja por Rosas, por no merecer la confianza del gobierno. Derrocado el Restaurador de las Leyes, fue electo diputado de la legislatura de Buenos Aires en 1858. Dirigió el Regimiento 1º de Artillería. Se lo nombró Ministro de Guerra y Marina en 1859. Ese mismo año tomó parte en la Campaña de Cepeda y dos años después en la de Pavón. Ostentaba la graduación de General de División cuando le fue concedido el retiro. Falleció en Buenos Aires el 16 de septiembre de 1886.

Llegados los años 1954 y 1955 con la supresión del aporte estatal a las escuelas incorporadas a la enseñanza oficial y ante la imposibilidad de mantener sus centros educativos, las damas pertenecientes a la OBRA DE LA CONSERVACIÓN DE LA FE optan por pasar estos centros a manos de Congregaciones religiosas que quisieran aceptarlos desinteresadamente.

Así pasó a depender de los Hermanos del Sagrado Corazón la Escuela Nº 11 “Gral. BENITO NAZAR”. Posteriormente, al tomar notable incremento el alumnado, se pensó en adquirir el inmueble a la OBRA, hecho que ocurrió en el año 1970.

Manteniendo la premisa original de la Familia Nazar Anchorena al donar los terrenos para la construcción del Establecimiento, se mantiene el nombre “Benito Nazar”. Posteriormente al reorganizarse la gestión privada de los Establecimientos de la Ciudad de Buenos Aires, se le asigna la característica de identificación bajo el código “A-245” como Colegio incorporado a la enseñanza oficial. Iniciados los años ´70 y aumentando notablemente la cantidad de alumnos, se comienza a elaborar la idea de una reforma edilicia integral.

Es así que en el período de 1976 a 1986 se reconstruye la totalidad del establecimiento, desapareciendo las partes antiguas y levantando el moderno edificio que hoy puede observarse.

Lo notable de esta transición edilicia es que en ningún momento se suspendieron las clases, aprovechando al máximo el período de vacaciones (sin alumnos en el colegio) y preservando los espacios utilizados por los alumnos del resto de la obra a través de cada una de las etapas de la reconstrucción.

Sin dudas el momento más importante de la reforma se dió cuando se comenzó a preparar el terreno para crear la imponente estructura del gimnasio en el subsuelo, con una excavación de gran escala que finalizó con la construcción del actual patio central que no es ni más ni menos que el “techo” de nuestro gimnasio subterráneo.

En 1998 se efectúa una ampliación sobre el espacio aéreo que se encontraba sobre el acceso de la calle Palestina (ex Rawson) construyendo dos aulas más y logrando techar dicho acceso todo bajo la misma línea arquitectónica.

A lo largo de más de 65 años, es un sello propio de la gestión de los Hermanos del Sagrado Corazón en el Colegio Benito Nazar el hecho de mantener siempre con gran responsabilidad y cariño toda la estructura edilicia, modernizando todo lo necesario, efectuando los mantenimientos integrales durante el período de vacaciones de verano y reparando cualquier elemento o espacio que sufra desperfectos.